Hoy quiero escribir sobre un pequeño gran libro que acaba de publicarse en la editorial El rincón de Mindfulness y que se titula así: Las paradojas del Mindfulness, escrito por Shauna L.Shapiro, Ronald D. Siegel y Kristin D. Neff (si quieres comprarlo, lo tienes en todas las grandes librerías y también aquí).

Es un libro pequeño en cuanto a páginas, si lo comparamos con los grandes libros y sobre todo manuales del programa MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) y, también es un libro que no pretende entrenarnos con audios y ejercicios para hacer cada semana. Sin embargo, es un gran libro si lo que queremos es entender cómo funciona mindfulness y sobre todo, si queremos saber, con qué paradojas o contradicciones, podemos encontrarnos cuando nos acercamos a la práctica de la atención plena. Por eso, es muy recomendable si sabes poco de mindfulness, porque se explican las dudas de manera clara y sencilla, y también puedes acercarte a él, si ya tienes más práctica, porque estoy segura de que en algún momento te has encontrado en tu propia experiencia con todas o alguna de las paradojas del mindfulness que se comentan. 

Mindfulness no es algo intelectual, conceptual, (esto ya lo sabes si me sigues, porque lo digo siempre). Sin embargo, contamos con definiciones que nos acercan a esto que tratamos de experimentar cuando practicamos y vivimos mindful.

La definición que solemos utilizar es la que dio Jon Kabat -Zinn y que dice: que la Atención plena o mindfulness, es la conciencia que surge de prestar atención de manera intencionada al momento presente, sin juicio. En esta definición y tal como resalta Shapiro en un artículo que también está recogido en el libro, podemos extraer 3 componentes fundamentales del mindfulness y que los diferencian de cualquier intento de reducirlo a una mera concentración de la atención. Estos 3 elementos son: la Atención, la Intención y la Actitud. Prestaré una atención más de cerca a estos 3 componentes en otro artículo, porque lo que ahora me interesa es centrarme en las actitudes que subyacen a la práctica del mindfulness y donde se concentran la mayoría de paradojas que surgen.

La primera que comentan los autores es: la aceptación versus cambio. Y esto se plantea en muchos de los cursos que imparto. A veces se ve la práctica del mindfulness como algo estático, sin acción y por lo tanto, cómo van a surgir cambios en la vida desde esa práctica, aparentemente más pasiva. Y sin embargo, siempre lo más importante para que suceda cualquier transformación, es tomar conciencia y aceptar, sin resignación, que estamos donde estamos. Y solo desde esta actitud, podremos emprender la marcha hacia otro lado.  

Otra de las paradojas que se señalan en el libro y que yo me encuentro con ellas en los cursos y en mi propia práctica, es el esfuerzo versus no esfuerzo. Se nos indica practicar el no esfuerzo, entrenarnos en la actitud de soltar, y sin embargo si has practicado algo de  mindfulness de manera formal, sabes que a veces es muy difícil no esforzarse durante la práctica, porque se hace complicado mantener la atención. Sin embargo y como bien se explica en el libro, llega un momento en el que en realidad aflojas toda la tensión, toda la necesidad de conseguir algo y simplemente estás con lo que haya, tal y como se esté presentando en ese momento. Entonces y de nuevo, como por arte de magia, suceden cosas, experimentamos sensaciones de poder estar sin esfuerzo con lo que haya. 

Hay más paradojas del mindfulness explicadas en el libro, salpicadas de anécdotas de los propios autores que hacen que se lea de manera amena y consiguen hacer sencillo algo que en realidad no es tan fácil. Así que os animo a leerlo y aprender más de cómo funciona el mindfulness.